Las principales misiones científicas espaciales de Europa están en riesgo debido a los recortes propuestos en el presupuesto de la NASA, lo que podría crear un déficit de casi 2 mil millones de dólares. La Agencia Espacial Europea (ESA) ahora confía en que sus estados miembros intervengan y llenen el vacío, mientras se avecinan decisiones críticas en el próximo Consejo Ministerial de la ESA a finales de noviembre.
La inminente crisis presupuestaria
Los recortes propuestos por la administración Trump a la financiación de la NASA amenazan varias misiones de alto perfil lideradas por Europa, incluida la Antena Espacial de Interferómetro Láser (LISA), el orbitador de Venus EnVision y el propuesto telescopio de rayos X New Athena. Si bien el Congreso de Estados Unidos puede restablecer parte de la financiación, la ESA debe proceder con cautela, ya que el presupuesto final sigue siendo incierto.
Misiones en riesgo
LISA, un observatorio de ondas gravitacionales, depende de hasta mil millones de dólares en equipos de alta tecnología de la NASA. EnVision, que estudia Venus, podría perder un instrumento de radar de apertura sintética de 300 millones de dólares. El rover ExoMars, Rosalind Franklin, también requiere aproximadamente 375 millones de dólares de apoyo de la NASA. Estas misiones, junto con otras, enfrentan posibles retrasos o cancelaciones si la financiación no se materializa.
Respuesta de la ESA
La ESA cree que puede “absorber el impacto” si los estados miembros aumentan los compromisos de financiación. La agencia ya ha iniciado licitaciones con la industria europea para encontrar reemplazos para los componentes de la NASA, en particular para LISA. Se están llevando a cabo discusiones para determinar qué elementos puede asumir el control de la ESA, y se espera que las decisiones se tomen a mediados de 2025.
El costo de la independencia
Para asegurar estas misiones, la ESA necesita cientos de millones de euros en financiación adicional de los estados miembros. Sólo LISA podría requerir 1.900 millones de dólares, con contribuciones de Alemania, Francia, Italia y otras naciones. La agencia espera conseguir mayores contribuciones presupuestarias en comparación con los 19.600 millones de dólares acordados en 2022.
La ciencia en juego
LISA promete detectar ondas gravitacionales de agujeros negros supermasivos, complementando detectores terrestres como LIGO. EnVision tiene como objetivo explicar por qué Venus evolucionó de manera tan diferente a la Tierra, llenando un vacío dejado por las misiones canceladas de la NASA. Rosalind Franklin, el primer explorador europeo en Marte, podría buscar signos de vida debajo de la superficie marciana.
Una historia de traiciones
Rosalind Franklin ya se ha enfrentado a reveses, incluida una retirada anterior de la participación de la NASA en 2012 y un lanzamiento cancelado de un cohete ruso en 2022. El rover ahora depende del apoyo europeo y estadounidense para un lanzamiento previsto para 2028.
Persisten las incertidumbres
A pesar de algunas “noticias positivas” del lado estadounidense, la ESA no puede depender de la financiación de la NASA. Incluso si el presupuesto de 2026 respalda estas misiones, las administraciones futuras podrían revertir el rumbo.
Tensiones crecientes
La crisis se produce en medio de crecientes tensiones con Rusia, lo que obliga a las naciones europeas a priorizar el gasto en defensa. Alemania y Francia están invirtiendo miles de millones en tecnologías espaciales militares, lo que podría desviar fondos de la ciencia.
El futuro de la colaboración
La ESA debe decidir si continúa confiando en la NASA o busca una mayor independencia. El resultado determinará el futuro de la ciencia espacial europea y la colaboración internacional.
La dificultad es si la dirección de la NASA decide retirarse de los compromisos ya asumidos y seguir solicitando la cancelación del trabajo. Eso hace que, desde la perspectiva de la ESA, sea muy incierto confiar en la NASA.
Los estados miembros de la ESA decidirán en última instancia si financiarán estas misiones, asegurando que Europa siga siendo líder en exploración espacial. Los próximos meses determinarán si estos ambiciosos proyectos sobrevivirán al cambiante panorama político y económico.
