Por primera vez, los científicos han detectado débiles descargas eléctricas, similares a relámpagos en miniatura, que ocurren dentro de las nubes de polvo marcianas. Estos hallazgos, capturados por el rover Perseverance de la NASA, resuelven un misterio de larga data sobre el origen de los oxidantes químicos en Marte y abren nuevas vías para comprender los procesos atmosféricos y geológicos del planeta.
El misterio de los oxidantes marcianos
Desde 2003, los investigadores saben que la superficie de Marte contiene niveles inusuales de compuestos altamente reactivos como el peróxido de hidrógeno. Estos químicos pueden destruir moléculas orgánicas (potencialmente eliminando evidencia de vidas pasadas) y crear otras nuevas a través de reacciones químicas. La fuente de estos oxidantes ha sido un enigma, pero este descubrimiento sugiere que las descargas eléctricas de las tormentas de polvo y los remolinos de polvo son un contribuyente clave.
Cómo se hizo el descubrimiento
La actividad eléctrica no fue detectada por cámaras o sensores especializados, sino por el micrófono de Perseverance. Los investigadores dirigidos por Baptiste Chide identificaron 55 eventos de audio distintos en 29 horas de grabaciones, repartidas en dos años marcianos. Estos eventos comienzan con un fuerte estallido de estática, seguido de una rápida disminución en la intensidad de la señal y luego un sonido débil pero real de una pequeña onda de choque. En realidad, el micrófono no escucha el relámpago; Registra la interferencia electromagnética provocada por la descarga eléctrica.
Rayo marciano: no como el de la Tierra
A diferencia de la Tierra, Marte carece de la atmósfera rica en agua necesaria para las tormentas convencionales. En cambio, las descargas eléctricas se generan por la fricción entre partículas de polvo, similar a lo que sucede en las columnas volcánicas de nuestro planeta. Sin embargo, la delgada atmósfera de Marte y su menor presión significan que estas descargas son más débiles, más parecidas al choque estático que se produce al frotar un globo. El umbral de avería de los rayos es mucho menor en Marte (15 kilovoltios por metro cuadrado) que en la Tierra (3 megavoltios por metro cuadrado).
Implicaciones para futuras misiones
El descubrimiento tiene implicaciones prácticas para futuras misiones. El equipo del rover especula que las descargas eléctricas pueden haber jugado un papel en el fallo temprano del módulo de aterrizaje soviético Mars 3 en 1971, que se desconectó después de sólo 20 segundos. Comprender estas descargas contribuirá al diseño de componentes electrónicos más resistentes y potencialmente afectará los requisitos de los futuros trajes de astronauta.
La búsqueda de vida y oxidantes
La presencia de descargas eléctricas en Marte también afecta a la búsqueda de vida pasada o presente. Los oxidantes pueden destruir biofirmas, pero también pueden crear moléculas orgánicas. Mapear la distribución de oxidantes y la actividad eléctrica podría ayudar a identificar áreas en Marte donde es más probable que sobreviva evidencia de vida. Por ejemplo, las regiones con menos actividad de tormentas de polvo pueden albergar compuestos orgánicos más estables.
Más allá de Marte: ¿un fenómeno universal?
Esta es la primera vez que se confirman descargas eléctricas en un planeta rocoso distinto de la Tierra. El mismo proceso podría ocurrir en Venus a través de la actividad del polvo o en Titán, la luna de Saturno, a través de granos de hielo. Además, la electrificación del polvo puede desempeñar un papel crucial en el ciclo global del polvo de Marte, creando un circuito de retroalimentación donde la electricidad estática reduce el umbral para que los vientos levanten el polvo de la superficie.
Con miles de tormentas de polvo regionalizadas cada año marciano, vastas extensiones de frentes electrificados pueden crepitar con pequeños relámpagos. Este descubrimiento sugiere que la historia completa del paisaje eléctrico de Marte apenas está comenzando a revelarse.
