Los cambios sanguíneos ocultos pueden explicar los síntomas prolongados de COVID

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Las estructuras microscópicas inusuales encontradas en la sangre de personas con COVID prolongado podrían ser la clave para comprender por qué los síntomas persisten durante meses o incluso años después de la infección inicial. Una nueva investigación sugiere que estos cambios pueden contribuir a la fatiga debilitante y la confusión mental, lo que ofrece un objetivo potencial para tratamientos futuros.

El misterio del COVID prolongado

Las razones por las que algunas personas experimentan síntomas prolongados después de una infección por SARS-CoV-2 siguen siendo un enigma médico. Es probable que estén en juego múltiples mecanismos, y una teoría emergente se centra en los coágulos sanguíneos anormales y las respuestas inmunes.

Microcoágulos y NET: una combinación peligrosa

Los investigadores han estado investigando dos marcadores clave: los microcoágulos (coágulos de sangre pequeños y persistentes que restringen el flujo sanguíneo) y las trampas extracelulares de neutrófilos (NET). Los NET son redes pegajosas liberadas por los glóbulos blancos para atrapar patógenos, pero cuando se producen en exceso o se prolongan, pueden contribuir a problemas de flujo sanguíneo e inflamación.

Nuevos hallazgos: un vínculo físico

Una colaboración reciente entre investigadores de Francia y Sudáfrica reveló una conexión sorprendente: los NET parecen estar físicamente incrustados dentro de los microcoágulos en la sangre de pacientes con COVID prolongado. Esta interacción se observó en todas las muestras, pero fue mucho más pronunciada en aquellos con COVID prolongado, lo que sugiere una desregulación que podría hacer que los coágulos sean más resistentes a los procesos de descomposición naturales del cuerpo.

El estudio: cómo se hizo

El estudio analizó muestras de sangre de 50 pacientes con COVID prolongado y 38 voluntarios sanos. Utilizando técnicas de imagen avanzadas como la citometría de flujo y la microscopía de fluorescencia, los investigadores descubrieron que los pacientes con COVID prolongado tenían un aumento de 19,7 veces en los niveles de microcoágulos en comparación con los controles sanos. Estos coágulos también eran más grandes y contenían NET incrustados.

Implicaciones para el diagnóstico

Las diferencias eran tan dramáticas que un agente de IA podía identificar pacientes con COVID prolongado con un 91% de precisión basándose únicamente en estos marcadores sanguíneos. Esto sugiere que los microcoágulos y los NET podrían servir como un biomarcador confiable para diagnosticar COVID prolongado, una condición que ha resultado difícil de detectar mediante pruebas estándar.

Qué significa esto para el tratamiento

Si bien se necesita más investigación para establecer un vínculo causal directo, estos hallazgos ofrecen una vía prometedora para desarrollar tratamientos específicos. Comprender cómo estos componentes sanguíneos contribuyen a los síntomas prolongados de COVID podría conducir a nuevas terapias destinadas a disolver los coágulos, reducir la formación de NET o mejorar el flujo sanguíneo.

El descubrimiento de estas interacciones ofrece una nueva dirección en la comprensión y el tratamiento de la COVID prolongada, lo que podría brindar alivio a quienes viven con síntomas persistentes.

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