Prepárese para un deslumbrante espectáculo celestial mientras poderosas tormentas solares amenazan con pintar el cielo nocturno con vibrantes auroras esta semana. Sin embargo, estas exhibiciones cautivadoras también podrían traer algunas interrupciones a nuestra infraestructura tecnológica.
Los pronosticadores del clima espacial de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) están rastreando varias eyecciones de masa coronal (CME), poderosas ráfagas de energía liberadas por el sol, que se precipitan hacia la Tierra. Se espera que estas CME lleguen desde el martes por la noche hasta el miércoles, lo que podría desencadenar tormentas geomagnéticas clasificadas como “graves”. Estas tormentas pueden interrumpir las comunicaciones por radio, las señales de GPS e incluso las redes eléctricas en casos excepcionales.
La intensidad y el alcance de las auroras hacia el sur dependen del momento y la interacción de estas explosiones solares con la atmósfera terrestre.
Los observadores del cielo en gran parte del norte de los Estados Unidos podrían disfrutar de un espectacular espectáculo de luces, que podría llegar hasta el sur de Alabama y el norte de California.
El Sol en su apogeo: por qué vemos más auroras
Este aumento de la actividad auroral no es sólo una coincidencia. El sol está experimentando actualmente el pico de su ciclo de actividad de 11 años, lo que hace que estos eventos sean más comunes y extendidos. Imagínelo como un lavado de cara cósmico: el sol invierte sus polos magnéticos cada 11 años, creando complejos giros y enredos en su campo magnético. Este período de “máximo solar” también es responsable del aumento de la frecuencia e intensidad de las CME.
El año pasado demostró cuán poderosa puede ser esta actividad solar. Una gran tormenta geomagnética, una de las más fuertes en dos décadas, iluminó los cielos de todo el hemisferio norte. Poco después, una potente tormenta solar sorprendió a los espectadores al pintar auroras tan al sur como Alemania, el Reino Unido, Nueva Inglaterra e incluso la ciudad de Nueva York, lugares típicamente demasiado alejados de los polos para presenciar tales exhibiciones.
Se espera que este período de intensa actividad solar dure al menos hasta finales de 2025, aunque sigue siendo difícil determinar con precisión el pico exacto. Si bien los expertos en clima espacial no pueden pronosticar tormentas con meses de anticipación, sí emiten advertencias días antes de que un estallido golpee la Tierra, lo que da tiempo a los operadores de infraestructura crítica para prepararse.
Más que un bonito espectáculo de luces: los impactos de las tormentas solares
Más allá de su fascinante belleza, las auroras son un recordatorio del inmenso poder del sol y su influencia potencial en nuestro planeta. Si bien la mayoría de las tormentas solares pasan sin causar grandes perturbaciones, las más graves pueden tener consecuencias tangibles. El “Evento Carrington” de 1859, por ejemplo, provocó auroras tan al sur como Hawaii e incendió líneas telegráficas. Se sospecha que una tormenta más reciente en 1972 detonó minas marinas magnéticas estadounidenses frente a la costa de Vietnam.
Echar un vistazo: consejos para ver las auroras
Si espera captar estas auroras potencialmente espectaculares, recuerde que los cielos despejados son esenciales. Consulte los pronósticos meteorológicos y busque lugares alejados de las luces de la ciudad; piense en parques nacionales o estatales. Una ubicación tranquila le permitirá apreciar plenamente la etérea danza de luces de arriba.
¡Incluso la cámara de tu teléfono inteligente puede capturar sutiles indicios de la aurora que no son visibles a simple vista!
Para obtener las predicciones más precisas, visite el sitio web del Centro de predicción del clima espacial de la NOAA o descargue una aplicación de pronóstico de auroras.






















































