Fragmento de hueso de neandertal de 45.000 años de antigüedad revela conexiones de larga distancia en toda Eurasia

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Un fragmento de hueso de neandertal recientemente descubierto en Crimea está proporcionando información sin precedentes sobre las vidas y movimientos de estos antiguos homínidos, mostrando que migraron a través de grandes distancias a través de Eurasia. El análisis del fragmento de hueso de 5 cm de largo, encontrado en el sitio arqueológico de Starosele, revela un sorprendente vínculo genético con los neandertales de la región siberiana de Altai, a más de 3.000 kilómetros de distancia. Este descubrimiento, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, arroja luz sobre los patrones sorprendentemente complejos de dispersión y conectividad de los neandertales durante el Pleistoceno tardío, un período que marcó su eventual desaparición.

El sitio de Starosele y la importancia de la península de Crimea

La península de Crimea, situada en la actual Ucrania, ha demostrado ser un tesoro escondido de sitios arqueológicos del Paleolítico, que proporciona pistas vitales sobre las primeras ocupaciones humanas y las transiciones bioculturales. Starosele, un refugio rocoso ubicado dentro de un cañón escarpado, es uno de esos sitios, que cuenta con cuatro capas culturales distintas que han sido estudiadas desde 1952. Esta área ha sido reconocida previamente como un refugio potencial para los últimos neandertales supervivientes justo antes de su extinción, respaldado por datación por radiocarbono que indica una presencia continua de neandertales hace aproximadamente 47.000 y 42.000 años.

Descubriendo el fragmento de hueso antiguo

Los investigadores, incluida Emily Pigott, estudiante de doctorado de la Universidad de Viena, examinaron meticulosamente miles de fragmentos de huesos del sitio de Starosele en busca de posibles restos humanos. Si bien la mayoría de los fragmentos pertenecían a animales (predominantemente caballos y ciervos, lo que refleja la dependencia de los humanos del Paleolítico de la caza de caballos), un fragmento destacó. Con sólo 49,8 mm de largo y 18,8 mm de ancho, esta pequeña pieza fue identificada como un hueso de homínido y la datación por radiocarbono situó su edad entre 46.000 y 45.000 años. Este período de tiempo es particularmente significativo, ya que coincide con el declive de los neandertales y la expansión del Homo sapiens en Europa occidental.

Vínculo genético con los neandertales siberianos

El aspecto verdaderamente notable de este descubrimiento es la información genética extraída del fragmento de hueso. Los investigadores pudieron secuenciar un genoma mitocondrial, revelando una conexión clara con el linaje neandertal. Curiosamente, el perfil genético del individuo se agrupaba más estrechamente con los mitogenomas de neandertal previamente identificados en la región de Altai en Siberia. Este hallazgo sugiere fuertemente migraciones de larga distancia y la interconexión entre poblaciones de neandertales separadas por grandes distancias, una conclusión respaldada por estudios anteriores que destacan la dispersión de los neandertales por toda Eurasia. El individuo también muestra conexiones con neandertales de Europa, como los de Croacia.

Implicaciones para comprender la dispersión neandertal

El descubrimiento sitúa a la península de Crimea en una encrucijada crucial de un corredor de migración neandertal, lo que demuestra la amplia variedad de estos homínidos durante el Pleistoceno tardío.

Este hallazgo refuerza la comprensión de la movilidad y dispersión de los neandertales, lo que indica que estos humanos antiguos eran capaces de atravesar distancias significativas. El estudio confirma que los neandertales alguna vez se dispersaron a través de grandes distancias a través de Eurasia, desde Europa central hasta Eurasia central, durante condiciones climáticas favorables. La presencia de la industria de herramientas de piedra micoquina en Starosele enfatiza aún más tanto la continuidad cultural como la movilidad regional durante este período. La escasez de fósiles humanos de este crucial período de transición hace que este descubrimiento sea especialmente significativo, ya que proporciona una visión poco común de la dinámica de las poblaciones de neandertales justo antes de su extinción.